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La danza diplomática de India: navegando tensiones geopolíticas y alianzas
En un movimiento que ha causado ondas en el paisaje político global, el Primer Ministro de India, Narendra Modi, se reunió con el líder de China, Xi Jinping, en Kazán, Rusia, el miércoles. Este encuentro, el primero en cinco años, tiene implicaciones significativas y ha dejado a las potencias occidentales, particularmente a EE.UU., con un sentimiento de inquietud.
Mientras persiste la disputa sobre supuestos planes de asesinato, el gobierno de Modi ha rechazado firmemente los intentos de EE.UU. por atraer a India a una alianza anti-Beijing. Sanjay Ruparelia, un observador agudo de la política india, sugiere que, si bien EE.UU. puede estar decepcionado en privado, la complejidad de las relaciones entre EE.UU. e India siempre ha requerido un enfoque matizado.
"EE.UU. entiende las complejidades de su relación con India", dijo Ruparelia. "A pesar de los desacuerdos, incluida la invasión rusa de Ucrania, las dos naciones han fortalecido sus lazos, particularmente en tecnologías emergentes críticas y asociaciones en defensa."
La reciente venta de drones Predator por parte de EE.UU. a India, una herramienta poderosa en operaciones extraterritoriales, subraya aún más la importancia estratégica de su asociación. Sin embargo, las tensiones derivadas del supuesto programa de India para asesinar disidentes en Canadá y EE.UU. han creado una situación delicada.
La decisión de Modi de buscar un acercamiento con China está influenciada por múltiples factores, incluido el deseo de mantener la política tradicional de no alineación de India. Las apuestas geopolíticas que involucran a grandes potencias como EE.UU., India, China y Rusia sugieren que las acusaciones de asesinato pueden quedar en segundo plano frente a consideraciones más amplias.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anfitrión de la cumbre de BRICS, desempeñó un papel fundamental en facilitar la reunión entre Xi y Modi. El profesor Ho-fung Hung de la Universidad Johns Hopkins destaca la importancia de este símbolo visual de unidad, un desafío a los intentos de EE.UU. de aislar a Rusia.
La historia de las relaciones India-China está marcada por una brutal batalla en 2020, donde los soldados se enfrentaron con garrotes y hachas por territorio en disputa en Ladakh. Desde entonces, ha habido más incidentes, incluyendo una pelea en Arunachal Pradesh, que llevó a una exhibición de prisioneros por parte de los chinos, lo que ha enfurecido a India.
La administración Biden vio una oportunidad en el comportamiento agresivo de China en la frontera, intentando persuadir a India para que se uniera a una alianza del Indo-Pacífico liderada por EE.UU. Sin embargo, la participación de India en el diálogo de seguridad del Quad ha sido limitada, lo que indica una falta de entusiasmo por una alianza más profunda.
El anuncio de esta semana de una resolución a las disputas fronterizas ha abierto la puerta a un encuentro personal entre Xi y Modi. Mientras Modi enfatiza la "confianza y respeto mutuos", Ruparelia advierte que el problema de la frontera está lejos de resolverse. La pregunta de si China se ha retirado a posiciones anteriores a 2020 permanece sin respuesta.
A pesar de esto, la disposición de China para comprometerse con India sugiere un deseo de mantener a India no alineada, libre de alianzas significativas contra Beijing. El profesor Hung cree que India tiene la ventaja en esta relación, con EE.UU. teniendo un apalancamiento limitado sobre las acciones de India.
El supuesto complot de asesinato contra Gurpatwant Singh Pannun, un líder separatista sij, ha llevado las tensiones entre Washington y Nueva Delhi a la luz. Funcionarios estadounidenses afirman tener pruebas electrónicas que vinculan el complot con el servicio de inteligencia de India, el Research and Analysis Wing (RAW).
Mientras EE.UU. ha planteado el tema con Modi, India ha respondido alegando que estaban involucrados operativos rebeldes, estableciendo una investigación e incluso arrestando a un funcionario. Las señales de Modi de desinterés en aislar a China o Rusia, junto con la dependencia de India de armas rusas, sugieren una compleja danza diplomática.
Los beneficios de involucrarse con regímenes autoritarios como Rusia y China, que no hacen discursos sobre derechos humanos, son evidentes. Esta comprensión probablemente influya en la presión de EE.UU. sobre India en relación con los complots de asesinato, así como Washington ha silenciado sus críticas a las relaciones de India con sus rivales.
A medida que India navega por estas aguas geopolíticas, se encuentra en una posición única y envidiable, cortejada por todos los lados. Los expertos sugieren que estas consideraciones geopolíticas más amplias probablemente prevalezcan sobre cualquier problema específico, incluidas las acusaciones de asesinato.